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Ansiedad / Estrés

Ansiedad / Estrés

 

¿Qué es el estrés?

El estrés es una respuesta fisiológica de supervivencia de los Sistemas Nervioso, Endocrino e Inmunitario para adaptarnos a diferentes estímulos (estresantes) psicológicos, biológicos o sociales, independientemente de que sean reales o imaginarios y que alteran nuestro equilibrio interno (homeostasis).

Vamos a analizar las diferentes partes de esta definición. La primera es que es una respuesta fisiológica de supervivencia. Es decir, es un mecanismo de adaptación beneficioso que nos ha permitido sobrevivir durante la evolución. Por ello es necesario. El problema es cuando esta respuesta adaptativa se prolonga en el tiempo o se cronifica.

Está implicado el Sistema Nervioso, mediante el cual nos adaptaremos, sobre todo en las fases iniciales. No obstante, si se cronifica acabará afectando también el Sistema Endocrino y el Inmunitario. Esto provocará los síntomas más perjudiciales en forma de cansancio y aumento de la susceptibilidad para sufrir infecciones.

Hemos dicho que es una respuesta a estímulos que llamamos estresantes. Evolutivamente, al inicio estos estímulos eran biológicos, básicamente para sobrevivir de las agresiones de otras especies y del medio ambiente. Sin embargo, ahora que no tenemos que enfrentarnos a estas amenazas, sí que respondemos de la misma manera ante situaciones psicológicas o sociales que percibimos como amenazantes.

Otro hecho muy importante es que el inconsciente no diferencia entre lo real y lo imaginario. De esta forma, vamos a responder ante situaciones neutras que percibimos como amenazantes de igual forma que a un peligro real biológico de supervivencia. Esta diferente percepción de una misma situación y por ende, del manejo de la mismo, va a depender de la información almacenada en nuestra memoria de experiencias similares propias o familiares.

Finalmente, la respuesta de estrés va a provocar una alteración de nuestra homeostasis o equilibrio interno. Ésta no es peligrosa pero el problema aparece cuando se cronifica, como es muy habitual en la actualidad.

¿Qué son los neurotransmisores?

Hemos visto que el primer sistema implicado en la respuesta al estrés es el Sistema Nervioso. Éste trabaja enviando información a través de sus células llamadas neuronas. Precisamente, esta información pasa de una neurona a otra, a través de unas moléculas llamadas neurotransmisores.

El espacio que existe entre una neurona de un circuito nervioso y la siguiente se llama sinapsis. Los neurotransmisores son secretados por una neurona llamada presináptica al llamado espacio intersináptico (espacio entre las 2 neuronas). De aquí, cada neurotransmisor se une a un receptor específico de la siguiente neurona (postsináptica) y así se envía la información.

Los neurotransmisores se pueden clasificar de diferentes maneras. Vamos a ofrecer una clasificación en función de su estructura química. Además, en los más importantes especificaremos si es excitatorio (+) o inhibitorio (-).

  • Colinérgicos
    • Acetilcolina (-)
  • Adrenérgicos
    • Noradrenalina (+)
    • Dopamina (+)
    • Serotonina (-)
    • Melatonina
    • Histamina
  • Aminoácidos
    • GABA (-)
    • Glicina
    • Glutamato (+)
    • Taurina
  • Neuropéptidos
    • Endorfinas
    • Oxitocina

 

Síntesis de neurotransmisores

Existen muchas vías metabólicas de formación de neurotransmisores, pero vamos a exponer las más importantes. A grosso modo diremos que se necesita un aminoácido que mediante la acción de ciertas enzimas se convertirán en el neurotransmisor. Sin embargo, dichos enzimas necesitan de ciertos cofactores (minerales y vitaminas) para trabajar.

Además, una vez que los neurotransmisores han realizado su función deben degradarse correctamente en el hígado. Por todo ello los niveles correctos de neurotransmisores dependerán de una adecuada presencia de aminoácidos, minerales y vitaminas, pero también de un adecuado funcionamiento de las vías de detoxificación hepática.

Vía de la dopamina

Para sintetizar dopamina se necesita del aminoácido L-tirosina y de Magnesio, Cobre y vitaminas C y B. Esta dopamina puede convertirse en otros neurotransmisores como la adrenalina y la noradrenalina. Estos últimos son los responsables de la respuesta del Sistema Nervioso Vegetativo Simpático.

Posteriormente, se necesita una correcta metabolización de estos neurotransmisores mediante unas enzimas hepáticas llamadas monoaminooxidasas (MAO) y catecol-O-metiltransferasas (COMT).

Vía de la serotonina

La síntesis de serotonina requiere de la presencia del aminoácido L-triptófano y de Magnesio, Hierro y vitaminas C y B. La serotonina se convierte también en melatonina.

Finalmente, se degradan también a través de MAO y de unos enzimas llamados hidroxil-indol-metiltransferasa (HOMT).

 

Funciones de los principales neurotransmisores

Se han relacionado los principales neurotransmisores con unas funciones determinadas que son las siguientes:

  • ACETILCOLINA
    • Memoria.
    • Atención.
    • Recompensa.
  • NORADRENALINA
    • Estrés.
    • Lucha o huída.
  • DOPAMINA
    • Atención.
    • Motivación.
    • Aprendizaje.
    • Sueño de calidad (2ª fase).
    • Humor.
  • SEROTONINA
    • Control emocional.
    • Apetito.
    • Ánimo.
    • Sueño de calidad (1ª fase).
    • Relajación, calma.
    • Deseo sexual.
  • MELATONINA
    • Ciclo circadiano sueño.
  • HISTAMINA
    • Neuromodulador.
    • Excitabilidad.
    • Vigilia – sueño.
  • GABA
    • Inhibitorio.
    • Concentración.
    • Disminuye ansiedad.
  • OXITOCINA
    • Empatía, compasión, generosidad.
    • Sociabilidad.
    • Apego, fidelidad, lazos de pareja.
    • Lazos maternos.
    • Aumenta confianza y reduce miedo social.
    • Motivación sexual.
  • ENDORFINAS
    • Placer.
    • Sexualidad.
    • Antiálgicas.
  • GLICINA
    • Inhibitoria en médula espinal.
  • GLUTAMATO
    • Excitatorio.

 

El eje hipotálamo – hipófisis – suprarrenal

La respuesta del estrés tiene lugar fisiológicamente por la acción de estos 3 órganos. El hipotálamo y la parte posterior de la hipófisis (neurohipófisis) son parte del Sistema Nervioso. La parte anterior de la hipófisis (adenohipófisis) y la glándula suprarrenal son parte del Sistema Endocrino.

Así, existe una interrelación entre el Sistema Nervioso y el Endocrino para llevar a cabo la llamada respuesta de adaptación general al estrés. Ésta se lleva a cabo mediante la estimulación adrenérgica y la estimulación córticosuprarrenal.

Estimulación adrenérgica

Aparece en la fase aguda de la respuesta de estrés para conseguir una adaptación inmediata. Se lleva a cabo mediante la formación de adrenalina y noradrenalina en el Sistema Nervioso Vegetativo (SNV) Simpático, pero también en la médula de la glándula suprarrenal.

Las principales consecuencias fisiológicas son las siguientes:

  • Activación Cardiovascular.
  • Activación Respiratoria.
  • Con ambas se dispone de más Oxígeno.
  • Desactivación Aparato Digestivo.
  • Desactivación Aparato Genitourinario.
  • Aumento concentración.
  • Agresividad, irritable, ansioso.
  • Acidez de terreno.
  • Insomnio.
  • Pérdida de apetito.

Por otro lado, esta respuesta adrenérgica está conectada con el sistema límbico y el Sistema Nervioso Entérico. El Sistema Límbico es un conjunto de áreas del cerebro que están relacionadas con las emociones. Vemos pues el nexo entre la huella emocional en el inconsciente de ciertas situaciones vividas y su respuesta en forma de estrés cuando se vuelven a vivir. En esto hay mucha variabilidad individual.

El Sistema Nervioso Entérico

El Sistema Nervioso Entérico es el sistema nervioso del aparato digestivo. Está mediado por el nervio vago que es un nervio que viene del cerebro y que desciende por el tórax y el abdomen. Da ramificaciones al corazón, los pulmones y también a los órganos del tubo digestivo, concretamente en los llamados plexos de Auerbach y Meissner.

Gracias a él va a haber una comunicación bidireccional entre cerebro e intestino a través de la microbiota intestinal. Además, el 85% de la serotonina se produce en el intestino. Por todo ello, hay una gran interdependencia entre el intestino y el cerebro. Ya son muchos los estudios que han demostrado que una alteración de la microbiota intestinal (disbiosis intestinal) no sólo va a dar síntomas digestivos sino también emocionales.

 

Estimulación corticosuprarrenal

Las glándulas suprarrenales son unas pequeñas glándulas endocrinas situadas encima de ambos riñones. Se dividen en una parte interna o médula y en una externa o corteza. Ya hemos visto en el anterior apartado que en la médula suprarrenal se sintetiza adrenalina y noradrenalina. Por ello intervienen en la respuesta inicial adrenérgica.

Sin embargo, la corteza suprarrenal se divide en 3 zonas y entre ellas la del medio o fascicular se encarga de la formación de cortisol. Éste es uno de los principales corticoides. El cortisol se produce sobre todo en la fase de adaptación crónica del estrés. Su liberación va a provocar un aumento de la glicemia o glucosa en sangre, aumento de peso y retención líquida.

Finalmente, si el estrés se acaba cronificando va a aparecer también fatiga crónica, alteración del sistema inmunitario, falta de energía y una actitud pseudodepresiva.

 

Manifestación clínica del estrés

El estrés puede manifestarse en una gran variedad de síntoma físicos y emocionales, que muchas veces se confunden o superponen con otras enfermedades. Se puede manifestar de muchas maneras y la siguiente propuesta no debe tomarse como una clasificación psiquiátrica académica sino como una descripción de algunos de los cuadros más frecuentes que nos podemos encontrar.

Trastorno de ansiedad generalizada

Sería el cuadro más frecuente, fruto del ritmo de vida que llevamos y de cómo percibimos lo que nos pasa. Los principales síntomas son:

  • Angustia.
  • Dificultad de concentración.
  • Tensión muscular.
  • Irritabilidad.
  • Insomnio de inicio.
  • Cúmulo de microestreses.
  • Aunque haya desaparecido la causa persiste la respuesta de estrés.
  • Pensar que puede volver a pasar.
  • Si se mantiene en el tiempo
  • La reaparición del factor estresante (real o no) puede provocar una crisis de pánico.

Crisis de pánico

  • La persona siente que se muere.
  • Dolor torácico.
  • Sensación de asfixia.
  • Sensación de desmayo.
  • Vegetatismo: mareo, sudoración, debilidad.
  • Sensación de irrealidad.
  • Existencia previa o no de un trastorno de ansiedad generalizada.
  • Puede ser por saturación de un acúmulo de ansiedad generalizada que finalmente se ha desbordado o por una experiencia traumática actual o pasada.

Enfado con la vida

Es la actitud en la vida de lo que llamo el “pitufo gruñón”. Son personas que nunca están contentas por nada, se quejan continuamente y todos sus males son debido a los demás.

  • Insatisfacción.
  • Infelicidad.
  • Búsqueda de felicidad sin encontrarla por motivos ajenos a ellos.
  • Encuentran pegas a las cosas.
  • No encuentran nada que les guste.
  • Ven que todo está mal (es su proyección).

Trastorno Depresivo

  • Cansancio.
  • Tristeza.
  • Pérdida interés en actividades.
  • Ansiedad, irritabilidad.
  • Sentimientos de culpabilidad.
  • Ideas de muerte o suicidio.
  • Alteración del sueño.
  • Alteración del apetito.

 

Situaciones o enfermedades orgánicas que pueden confundirse con estrés o problemas emocionales

En muchas de las situaciones que hemos descrito anteriormente es necesario descartar la presencia de una enfermedad orgánica que pueda ocasionar síntomas emocionales que se confundan con ansiedad, trastornos del comportamiento, estados pseudodepresivos o alteraciones del carácter.

Vamos a enumerar las más importantes. Las desarrollamos de forma detallada y específica en otros artículos de nuestro blog.

  • Disbiosis intestinal.
  • Candidiasis intestinal.
  • Permeabilidad intestinal.
  • Problemas tiroideos.
  • Infecciones víricas crónicas o recurrentes.
  • Fatiga suprarrenal.
  • Inflamación crónica.
  • Malos hábitos de sueño, alimentación y ejercicio.

 

Tratamiento del estrés y los trastornos del ánimo desde la Medicina Integrativa

Vaya por delante que cualquiera de estos trastornos ha de ser valorado y tratado por un profesional de la salud y que no hay que hacer autotratamientos. Es más, trastornos como una depresión mayor o crisis de pánico han de ser tratados por especialistas de la psiquiatría y la psicología.

No obstante, existen muchas situaciones vitales (duelos, separaciones, problemas de trabajo, familiares, económicos) que forman parte de los altibajos de la vida y de los que se hace únicamente un abordaje “farmacológico”. La salud mental y la física están interrelacionadas y al igual que desde la Medicina Integrativa damos una abordaje más humanístico y global a los problemas físicos también lo podemos hacer con los mentales.

Vivimos en una época con menos carencias que otras anteriores y con más medios materiales incluidos los fármacos y no por ello somos más felices ni afrontamos mejor los problemas de la vida. Vamos a ver a continuación qué estrategias tenemos en Medicina Integrativa. Las describiremos por encima ya que cada una de ellas tienen artículos más detallados en este blog.

Psicofármacos

En algunos casos es necesario tomarlos por la gravedad de los síntomas o el nivel de angustia que percibe la persona. Ya explicamos más arriba cómo los neurotransmisores pasaban de la neurona presináptica, al espacio intersináptico y de aquí a los receptores de la neurona postsináptica para ejercer aquí su efecto. También que los neurotransmisores se degradaban en determinadas vías metabólicas.

Precisamente, los psicofármacos actúan interviniendo en estas reacciones metabólicas con el objetivo de aumentar los niveles de neurotransmisores en el espacio intersináptico. Se clasifican en función del mecanismo de acción con que lo consiguen.

  • Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRR): Citalopram, escitalopram, fluoxetina, paroxetina, sertralina. Evitan que la serotonina disponible en el espacio intersináptico pueda retornar a la neurona presináptica en vez de ir hacia la postsináptica.

  • Inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IRSN): Duloxetina, enlafaxina. Lo mismo, pero con serotonina y noradrenalina.
  • Inhibidores no selectivos de la recaptación de aminas: Amitritptilina, clomipramina, imipramina, doxepina, nortriptilina.
  • Inhibidores de la MAO (IMAO): Fenelzina, Mocloblemida, Selegilina. Bloquean la degradación de los neurotransmisores para poder disponer de más cantidad.

 

Oligoelementos y minerales

Proporcionan minerales que actúan como cofactores de enzimas necesarios para la formación de neurotransmisores. El hecho de darlos en forma de oligoelementos o de minerales está en función de la concentración de los mismos en el preparado.

  • Magnesio: es el más importante ya que se gasta mucho en las fases iniciales del estrés. Va muy bien cuando al estrés se asocia tensión muscular y/o fatiga.
  • Aluminio.
  • Litio.
  • Zinc.
  • Selenio.
  • Cromo.

 

Aminoácidos y vitaminas

  • GABA: es inhibitorio. Va muy bien cuando se acompaña de síntomas digestivos.
  • L-teanina: gran relajador y aumenta la concentración.
  • L-triptófano: necesario para producir serotonina y melatonina.
  • L-tirosina: necesaria para producir dopamina, adrenalina y noradrenalina pero también la hormona tiroxina en las glándulas tiroideas.
  • Vitamina C.
  • Complejo de vitaminas B.

 

Fitoterapia

Existen muchas plantas con propiedades sedantes y ansiolíticas.

  • Bacopa.
  • Valeriana.
  • Melisa.
  • Pasiflora.
  • Lúpulo.
  • Manzanilla.

Plantas adaptógenas

La mayoría provienen de la Medicina Ayurveda y no son directamente ansiolíticas, sino que aumentan de forma natural el umbral del estrés.

  • Rodiola.
  • Ashwagandha.
  • Eleuterococo.
  • Esquisandra.
  • Espino blanco.

 

Otros suplementos

Existen otros suplementos de familias muy diversas que también pueden ser de utilidad.

  • Glicanos.
  • Fitosteroles.
  • Inositol.
  • Lecitina y colina.
  • Fosfatidilserina.
  • Omegas 3.
  • Ginkgo Biloba.
  • Micoterapia: Reishi, Maitake, Cordyceps.
  • Ácido alfalipoico.

 

Corrección de la disbiosis intestinal

Ya hemos visto la relación entre salud intestinal y salud emocional. Todas las medidas adecuadas para corregir una disbiosis intestinal, una candidiasis intestinal, o una permeabilidad intestinal van a repercutir en una mejor salud física y emocional. Ver más detalles en los artículos específicos.

  • Alimentación adecuada: rica en frutas y verduras y baja en alimentos procesados y con azúcares refinados. Hay muchos estudios que relacionan la dieta con el estado emocional.
  • Prebióticos.
  • Probióticos.

 

Otras estrategias

  • Terapia floral.
  • Acupuntura.
  • Reflexoterapia.
  • Técnicas de relajación.
  • Meditación.
  • Yoga.
  • Cultivar las relaciones sociales.
  • Práctica regular de deporte.
  • Descanso nocturno adecuado.
  • Estar en contacto con la naturaleza.
  • Ser agradecidos y generosos con los demás.
  • Bailar.
  • Cantar.
  • Reír.
  • Realizar actividades que nos gusten y nos hagan fluir.
  • Abrazar.
  • EMDR.
  • Kinesiología emocional.
  • Terapia craneosacral.
  • Escuchar el mensaje.

Hay muchos estudios que muestran la acción beneficiosa de la mayoría de actividades y técnicas descritas. Como ves, muchas son actividades sencillas personales y sociales que podemos incorporar en nuestra vida diaria.

Otras son diferentes técnicas, muchas de las cuales te sonarán como la acupuntura o la reflexoterapia que equilibran y estimulan los meridianos energéticos del organismo. En mi experiencia personal, la terapia floral, principalmente mediante la toma de determinadas combinaciones de flores del doctor Bach, son muy útiles en casos de desequilibrios emocionales.

Otra técnica es el EMDR que es una terapia mediante la estimulación de los movimientos oculares en ciertas direcciones del espacio. Puede ser de gran utilidad en casos de traumas y shocks postraumáticos.

También existen técnicas de kinesiología (Ver artículo) que permiten el diagnóstico de problemas emocionales y del momento semilla en que quedó grabada la situación estresante en el inconsciente. Además, la Kinesiología al igual que la terapia craneosacral aportan también herramientas terapéuticas muy útiles en caso de desequilibrios emocionales.

Finalmente, hay también actividades como las técnicas de relajación, la meditación, el yoga o buscar el mensaje que hay tras el problema que nos ayudan a reconectar con nuestro Ser y que se situarían dentro del ámbito espiritual de la persona. Nos van a ayudar a comprender lo que nos está ocurriendo en nuestra vida y a disminuir el estrés.