MEDICINA INTEGRATIVA
La Medicina oficial occidental ha experimentado una gran evolución gracias a la farmacología, la tecnología y la especialización, lo que ha conseguido grandes avances en el tratamiento de las enfermedades.
Sin embargo, este paradigma altamente eficaz se basa en la reducción de la enfermedad a un conjunto de problemas físicos o bioquímicos de uno o varios órganos que deben ser reparados, pero a su vez conlleva una serie de problemas:
- Entender la medicina como una reparadora de síntomas o enfermedades más que como una generadora de salud y bienestar global.
- No tener en cuenta que además de la dimensión física-orgánica existen otras como la social, emocional, mental y espiritual.
- Una excesiva focalización en entender la enfermedad y los problemas de las personas como una suma de procesos inconexos entre ellos y no con una visión global de la persona y su entorno.
- La falta de respuesta eficaz ante enfermedades de las que se desconoce su origen y para las que no existe tratamiento o a lo sumo, una cronificación de las mismas.
Por otro lado, junto a la medicina oficial han coexistido otras formas de entender y practicar la medicina que tienen en común una visión más holística de la persona y de su entorno, por lo que se centran no sólo en tratar un síntoma específico sino a toda la persona como un todo usando técnicas no basadas únicamente en la farmacología.
Estas técnicas se han englobado bajo diferentes nombres, habiendo adoptado la Organización Mundial de la Salud (OMS) el de Medicina Tradicional Complementaria (MTC).
La OMS promueve no solo la implementación de la MTC sino también la investigación, la formación y la incorporación en los sistemas públicos de salud.
La armonización entre estos dos enfoques diferentes ha venido de la mano de la Medicina Integrativa, en la que profesionales con titulación oficial en Medicina integran los tratamientos convencionales con otros complementarios de los que existe evidencia científica y/o experiencia clínica, con el consentimiento del paciente y siguiendo las normas deontológicas profesionales con el objetivo de restaurar la salud en el paciente, sobre todo en aquellas patologías para las que no hay tratamiento farmacológico eficaz.
La práctica de la Medicina Integrativa está avalada desde hace tiempo por sociedades profesionales y científicas nacionales e internacionales.
European Society of Integrative Medicine
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La medicina integrativa, conocida también como salud integrativa, combina la medicina convencional y la natural con el objetivo de que el paciente tenga más probabilidades de superar una enfermedad. Una de sus bases es que los problemas de salud son desequilibrios producto, entre otros motivos, de malos hábitos alimenticios y/o conductuales.
Cabe destacar que no menosprecia la potencialidad de la medicina convencional, sino que tiene una mirada más amplia sobre las enfermedades por lo que no sustituye a la medicina convencional, sino que la complementa, por lo que también se dice que es una medicina complementaria.
Es por eso, que la medicina integrativa atiende los aspectos globales del individuo, como los fisiológicos, psicológicos, nutricionales y sociales. El objetivo de estos tratamientos es mantener el organismo desintoxicado y al sistema inmune sano y fuerte para evitar la proliferación de enfermedades.
Tras unos años de implementación y desarrollo, la realidad es que la medicina integrativa está siendo eficiente para cientos de miles de pacientes, debido a que aborda la enfermedad de forma integral, sin menospreciar los tratamientos convencionales.
¿Qué hace diferente a la medicina integrativa?
La medicina integrativa destaca por considerar a cada paciente como un ser individual, distinto y con características particulares. Por ello, frente a un problema de salud, necesita de una acción terapéutica ajustada a sus características y situación particular. De esta manera, no existe el mismo tratamiento para dos personas, a pesar de que tengan la misma enfermedad.
El abanico de acciones que se pueden poner en práctica es muy amplio, desde la medicina natural hasta el uso de fármacos, pasando por la medicina ortomolecular, la kinesiología, la toma de suplementos (minerales, oligoelementos, vitaminas, ácidos grasos, aminoácidos, glicanos), las recomendaciones nutricionales, la farmacogenética, la medicina genómica y los polimorfismos genéticos, la microinmunoterapia, la micoterapia, la acupuntura, los antioxidantes, el estudio del estrés oxidativo, el estudio de intoxicación por metales pesados, los estudios de detoxificación hepática, el estudio de ácidos orgánicos en orina, el estudio de la microbiota y la permeabilidad intestinal, el estudio de ácidos grasos en membranas celulares, estudios hormonales o técnicas de orientación emocional, entre otros.
Todos los recursos terapéuticos expuestos tienen como objetivo, entre otros, reforzar el sistema inmune, mantener el organismo desintoxicado, promover que las reacciones bioquímicas celulares se produzcan de forma eficiente, reducir la inflamación y conseguir que las mucosas del organismo, especialmente la intestinal, se encuentren en condiciones óptimas.
Efectividad de la medicina integrativa
La medicina integrativa está orientada a la restitución de la salud, por lo que supone un análisis global de las causas que originan una determinada patología. Este nuevo modelo de abordar la salud busca que el paciente reciba un tratamiento personalizado.
Una de las principales cualidades de la medicina integrativa es que reduce la medicación tradicional, como ansiolíticos y antiinflamatorios, que muchas veces dañan al organismo cuando se toman durante largos períodos de tiempo.
En cambio, en Medicina Integrativa además de recomendar suplementos, otro pilar importante es reforzar la dieta del paciente. Esto último es muy importante, ya que, muchas veces, una alimentación desequilibrada es una de las principales causas de la aparición de diferentes enfermedades. Por esta razón, se diseña un programa nutricional individualizado y ajustado al problema que aqueja la salud de la persona.
Dependiendo de la enfermedad, es probable que se complemente con otros tratamientos, principalmente suplementos, ya descritos más arriba.
En resumen, la medicina integrativa pone a disposición del paciente un amplio abanico de recursos para atender el problema de forma global, siempre estableciendo un tratamiento personalizado.