ORIENTACIÓN NUTRICIONAL
Introducción
El llevar una nutrición adecuada y equilibrada es uno de los pilares de la Medicina Integrativa, la Medicina Ortomolecular y de la Salud de Precisión. Todas estas disciplinas, tal como las entiendo yo, se basan en unos pilares fundamentales:
- Suplementación.
- Nutrición.
- Actividad Física.
- Gestión del estrés y emocional.
- Desarrollo espiritual.
De la suplementación es de lo que más hemos hablado y seguiremos hablando en este Blog y es lo característico de la Medicina Integrativa, Ortomolecular o de Precisión. Sin embargo, los otros 4 pilares son también muy importantes, pero muchas veces no los tenemos tan en cuenta desde la profesión médica. Quizás es por la formación que recibimos en las facultades de Medicina donde apenas se tratan.
Como nuestra formación terapéutica es básicamente farmacológica, en nuestro esquema mental no cuesta tanto sustituir un fármaco por un suplemento porque ambos intervienen en reacciones bioquímicas del organismo. Poco a poco, cada vez son más los médicos abiertos a recomendar suplementación, aunque no sean del ámbito de la Medicina Integrativa. No obstante, al no recibir formación específica en los otros 4 pilares no se tienen tanto en cuenta.
Los iremos desarrollando en este blog, empezando hoy por la nutrición.
¿Alimentación o nutrición?
Pueden parecer dos conceptos equivalentes, pero no lo son. La alimentación hace referencia a la cantidad y tipo de alimentos que tomamos. En cambio, la nutrición se basa en los nutrientes que provienen de la alimentación y en cómo repercuten en nuestro metabolismo celular.
La nutrición depende de muchos factores, entre otros:
Alimentación
- El primero y más obvio es la alimentación porque todos nuestros nutrientes provienen de la misma.
Absorción
- Los alimentos son digeridos en el aparato digestivo convirtiéndolos en moléculas más pequeñas que conforman los nutrientes (hidratos de carbono, aminoácidos, ácidos grasos, vitaminas, minerales). No obstante, estos nutrientes han de pasar a la sangre para ser distribuidos mediante la absorción intestinal. Si hay problemas de absorción, aunque nos alimentemos bien, los nutrientes no llegarán a nuestras células. Esto es lo que pasa ante una enfermedad inflamatoria intestinal del tipo que sea.
Genética
- La vida depende de la producción de energía y de las reacciones metabólicas que se dan dentro de las células. Para ello se necesitan unas proteínas llamadas enzimas. La estructura y función de cualquier proteína está determinada genéticamente y puede haber diferencias entre los genes de diferentes personas. Es lo que se llama polimorfismo genético. Estas diferencias genéticas pueden determinar que haya personas que tengan una predisposición a la obesidad o a un distinto aprovechamiento de los nutrientes.
Estado hormonal
- La velocidad de las reacciones metabólicas y las necesidades energéticas dependen de muchos factores siendo los hormonales uno de ellos. Así un hipertiroidismo (aumento de la función de la glándula tiroides) provoca un incremento del gasto metabólico por lo que se necesitarán de más nutrientes.
Ritmos circadianos
- La vida moderna y tecnológica encerrados en nuestras casas y trabajos de las ciudades nos ha hecho olvidar que somos parte de la naturaleza. Al igual que ella, seguimos unos ciclos relacionados con las horas a lo largo del día y con las estaciones. Son los llamados ritmos circadianos, la mayoría de los cuales están relacionados con la exposición solar. Muchas funciones de nuestro organismo dependen de ellos y también los horarios y la frecuencia con la que nos alimentamos tiene repercusión sobre la salud y nuestra nutrición.
Hábitos de vida
- Repercuten en todos los ámbitos del organismo y también en la nutrición. Por ejemplo, la falta de sueño, la no práctica de ejercicio físico, o el estrés, son negativos para la salud. Entre otras cosas pueden provocar una disbiosis intestinal que disminuye el número de bacterias productoras de vitaminas o ácidos grasos de cadena corta, además de provocar una inflamación que dificulte la absorción de nutrientes.
¿Nos estamos nutriendo de forma correcta?
En la actualidad en el mundo occidental estamos viviendo la paradoja por la que tenemos un exceso de alimentos, pero un defecto de nutrientes. En los últimos 100 años con el desarrollo de la industrialización se ha conseguido efectos beneficiosos, como automatizar muchos procesos de cultivo, pero también hay consecuencias negativas.
Hay una predominancia de la agricultura intensiva sobre la agricultura biológica lo que produce un agotamiento del suelo. Esto hace que el suelo disponga de menos minerales y nutrientes para que sean absorbidos por las plantas.
Muchas veces para optimizar el rendimiento comercial se cosechan productos antes de su proceso óptimo de maduración por lo que disminuye el tiempo disponible para incorporar nutrientes. Además, hay una gran distancia de espacio y tiempo entre el lugar de producción y el de consumo.
La industrialización ha llevado también a la contaminación que es causa directa de dispersión de metales pesados en el medio ambiente y la producción de radicales libres. Tal como hemos visto en otro artículo esto va a provocar estrés oxidativo y alterar las reacciones químicas de las que se obtiene energía a partir de los nutrientes.
Por otro lado, el estilo de vida actual nos hace vivir en un estrés continuo que nos provoca debilidad del sistema inmunitario y acidosis tisular, pero también inflamación y disbiosis intestinal. Como ya hemos visto, esto va a provocar problemas de absorción y de disponibilidad de los nutrientes.
Desgraciadamente, ya hay estudios que demuestran que a pesar de que nos alimentemos correctamente no aportamos los niveles necesarios de antioxidantes, vitaminas y minerales por lo que necesitamos añadir suplementos.
¿Cuáles son las recomendaciones básicas?
Existen muchos tipos de recomendaciones nutricionales, siendo el nutricionista el profesional de la salud experto en el tema. Nunca ha de realizarse ninguna dieta ni cambios nutricionales sin la supervisión y/o consejo de un profesional de la salud.
Hay algunos perfiles de dietas que recomiendo a mis pacientes según el problema que tengan y que veremos superficialmente sin entrar en detalle porque creo que nunca se han de divulgar dietas no individualizadas.
Lo que sí hay unas reglas básicas que serían:
- No consumir bebidas alcohólicas.
- Beber abundante agua (mínimo 1.5 l al día).
- Tomar muy poca sal.
- No tomar azúcares refinados ni bollería industrial.
- No tomar productos procesados.
- Comer abundantes raciones de frutas, verduras y vegetales.
La polémica de los hidratos de carbono
Clásicamente se ha denigrado el papel de las grasas y se ha establecido que lo más importante de la dieta es la ingesta de hidratos de carbono. Este es un tema controvertido porque ya se conoce que la obesidad y el sobrepeso están relacionados con el consumo excesivo de hidratos de carbono. Y estos no están sólo en los azúcares refinados y la bollería sino también en el pan, la pasta, las pizzas, los cereales del desayuno, las harinas…
Por ello es recomendable hacer un consumo bajo-moderado de hidratos de carbono y siempre que se consuman optar por los integrales. Una opción radical de esta filosofía es la llamada dieta cetogénica o la paleolítica que se están poniendo de moda. En ellas no se toman hidratos de carbono. Nunca ha de seguirse una dieta sin asesoramiento de un profesional de la salud, pero mucho menos estas dos.
Una regla fácil sería: todo lo que provenga directamente de la naturaleza (vegetal o animal) sin problemas y todo aquello procesado de la mano del hombre valorarlo antes.
El ayuno intermitente
Estamos sobrealimentados y muchas veces nos alimentamos por ansiedad más que por necesidad. El organismo necesita de vez en cuando de algún descanso, lo cual irá bien además para bajar el exceso de peso. Esta es la base de hacer alguna vez el llamado ayuno intermitente. Muchas culturas ya lo tienen incorporado e incluso en la nuestra con el llamado ayuno de Cuaresma que suele ser por primavera. Asimismo, la Medicina Tradicional China recomienda cada primavera seguir una dieta depurativa.
Para hacer cualquier dieta o el ayuno intermitente no hay que pasar penurias. Este último se puede hacer fácilmente estando 8-12 horas sin tomar alimento sólido. Por ejemplo, comer normalmente y a media tarde una pieza de fruta y ya no volver a comer nada hasta el desayuno del día siguiente. Sí que se puede tomar agua e infusiones.
Dietas específicas
En mi práctica habitual hay 3 perfiles de personas a las que hago recomendaciones nutricionales con más frecuencia.
- Personas con acidez tisular: les recomiendo una dieta con alimentos que promuevan una alcalinización del organismo.
- Candidiasis intestinal: suelen ser mujeres con una proliferación excesiva de Cándidas en su intestino. Esta es una patología que da muchos problemas y a la que dedicaremos un artículo específico (Ver). El objetivo es disminuir drásticamente el azúcar de la dieta porque es de lo que se alimenta las Cándidas. Es una dieta un poco difícil al principio, pero es temporal y las pacientes notan una gran mejoría.
- Exceso de estrógenos: provienen de la alimentación o por contaminación (xenoestrógenos). Los niveles excesivos provocan problemas y una dieta para disminuirlos puede ser beneficiosa.