ANTIOXIDANTES
Radicales libres
Para hablar de los antioxidantes antes tenemos que explicar qué es el estrés oxidativo y los radicales libres. La mayoría de las moléculas tienen los electrones de su última capa apareados, es decir estables. Sin embargo, algunas moléculas tienen los electrones de la última capa desapareados por lo que son inestables. Estas moléculas con los electrones desapareados son los radicales libres.
En el cuerpo humano se producen constantemente a nivel bioquímico reacciones de oxidación y de reducción. En estas reacciones intervienen y se producen radicales libres.
Un oxidante es una molécula que tiene avidez por captar electrones de otra molécula (reductor o antioxidante). Un reductor es una molécula que cede electrones a otra molécula (oxidante).
El 21% del aire que respiramos es oxígeno (O2), el cual imprescindible para la vida y el correcto funcionamiento de todas y cada una de las células del organismo. El oxígeno se usa en las células para obtener energía, pero una pequeña parte de este oxígeno se acaba trasformando en radicales libres.
Los principales radicales libres son el anión superóxido (O2–), el ión hidroxilo (OH–) y el óxido nítrico (NO–). Si nos fijamos estas 3 moléculas tiene oxígeno y un signo menos que representa el electrón desapareado que las hace inestables.
Sin embargo, los radicales libres no han de tener mala fama ya que su existencia es fundamental para el equilibrio del organismo. Entre otras funciones son moléculas antibacterianas y antitumorales. Una vez cumplida su función, son eliminados por sustancias antioxidantes para lograr la armonía necesaria y permitir que el organismo esté saludable.
Estrés oxidativo y sus consecuencias
Acabamos de ver que los radicales libres no son perjudiciales per se. El problema aparece cuando hay una excesiva producción de radicales libres y/o un déficit de antioxidantes. En esta situación en la que los antioxidantes no son suficientes para contrarrestar los radicales libres, es cuando tiene lugar el estrés oxidativo, que tiene graves consecuencias en la salud.
El estrés oxidativo es peligroso para el organismo porque origina cambios estructurales y funcionales que aceleran el envejecimiento y la muerte celular (conocida como apoptosis). Concretamente va alterar la estructura y la función de:
- Colágeno.
- Elastina.
- Ácido hialurónico.
- Ácidos nucleicos.
- Proteínas y enzimas.
- Ácidos grasos poliinsaturados y fosfolípidos de las membranas celulares
En consecuencia, se produce un deterioro de los tejidos que favorece la aparición de diferentes patologías graves como:
- Enfermedades cardiovasculares: aterosclerosis, hipertensión arterial, disfunción endotelial.
- Cáncer.
- Envejecimiento prematuro en la piel, dermatitis o psoriasis.
- Degeneración macular y de la retina. Cataratas.
- Inflamación crónica, artritis.
- Enfermedades autoinmunes.
- Enfermedad renal crónica.
- Alzheimer y Parkinson.
Causas del estrés oxidativo
Lógicamente, la causa más común del estrés oxidativo es una alimentación pobre en antioxidantes. Para ello, es vital incorporar o comer más frutas, verduras, semillas, pescado y especias, entre otros alimentos.
La contaminación ambiental es otro de los factores que puede desencadenar en la aparición de estrés oxidativo.
Por otra parte, fumar tabaco de forma activa y pasiva, es también causa de la formación de un exceso de radicales libres.
Al mismo tiempo, hay que evitar una larga exposición a la luz solar, especialmente durante la temporada estival.
El consumo excesivo de alcohol y una actividad física irregular, también puede causar la proliferación de radicales libres y, en consecuencia, el estrés oxidativo.
Finalmente, el estrés psicológico va a poner también en marcha reacciones que van a acabar provocando estrés oxidativo.
¿Cómo evitar el estrés oxidativo? Papel de los antioxidantes
Ya hemos dicho que el estrés oxidativo es consecuencia de un desequilibrio entre la producción de radicales libres y de antioxidantes. Las células disponen de unos antioxidantes naturales siendo los más importantes:
- SuperÓxidoDismutasa (SOD).
- Catalasa.
- Glutatión Peroxidasa.
- Vitaminas A, C y E.
- Ácido alfalipoico.
- Coenzima Q10.
Por ello, la mejor forma de tener buenos niveles de antioxidantes es una dieta rica en vitaminas y otros antioxidantes como carotenoides (xantinas, carotenos, licopeno), polifenoles (flavonoides y taninos). Todo esto lo encontramos en frutas, verduras, hortalizas y el té verde.
Además se recomienda no fumar, evitar una prolongada exposición al sol en verano, reducir el consumo de alcohol, alimentarnos bien, mantener una constancia en la práctica de la actividad física y gestionar el estrés psicológico.
Finalmente, unos pilares de la Medicina Integrativa, además de los consejos que acabamos de exponer es la suplementación mediante oxidantes siendo los principales:
- Vitaminas A, C y E.
- Ácido alfalipoico.
- Coenzima Q10.
- Manganeso (cofactor de la SOD).
- Zinc (cofactor de la SOD).
- Cobre (cofactor de la SOD y la catalasa).
- Hierro (cofactor de la catalasa).
- Selenio (cofactor de la Glutatión peroxidasa).
- Glutatión (cofactor de la Glutatión peroxidasa).
- N-Acetil Cisteína (NAC).