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Candidiasis Intestinal

Candidiasis intestinal

 

¿Qué son las Cándidas?

La Cándida es un tipo de hongo. Como ya explicamos en el artículo sobre “Micoterapia”, publicado en el apartado de “Tratamientos”, son organismos eucariotas que no son ni animales ni vegetales. Son incapaces de producir su propio alimento y por ello lo han de buscar en el exterior.

Existen unos 150 tipos de Cándidas y no todas son patógenas. La que nos interesa es la Candida Albicans, que se encuentra en forma de levadura en la piel y en la mucosa intestinal y genitourinaria. Forman parte de la flora comensal de estas mucosas.

De esta forma, las Cándidas consiguen su alimento del organismo, pero a su vez tienen funciones beneficiosas. Las más importantes son la degradación de los hidratos de carbono mal digeridos y el mantenimiento del pH y del equilibrio intestinal.

Ya dijimos en el artículo de “Microbiota” que hongos, bacterias, virus y parásitos forman parte de la microbiota intestinal normal.

 

¿Cuándo son problemáticas las Cándidas?

Al igual que el resto de integrantes habituales de la microbiota intestinal, comienzan a ser un problema de salud cuando se produce un desequilibrio por el que crecen en exceso. En el caso de las Cándidas esta proliferación es por el paso de la forma de levadura a la de micelio.

Esta proliferación provocará la aparición de un cuadro llamado Candidiasis intestinal que, aunque no es reconocido en Medicina, puede provocar graves consecuencias de salud. Es una patología que afecta más a mujeres que a hombres.

El hecho de que no se describa en la Medicina oficial y de que provoque síntomas diversos en diferentes partes del cuerpo y también psicológicos, hace que el diagnóstico sea difícil. Incluso no es una de las patologías más conocidas en Medicina Integrativa.

Dado que uno de los problemas que puede ocasionar son cistitis de repetición (ver artículo) o síntomas parecidos tengo una gran experiencia en el tema. La verdad es que aunque el tratamiento puede ser a veces largo y difícil, la mayoría de mujeres acaban experimentando una mejoría notable en muchos ámbitos de su salud.

 

¿Cuáles son las principales causas de la Candidiasis intestinal?

Las principales causas derivan del estilo de vida que hemos ido adoptando en los últimos años. Así la primera sería dietética debido al abuso en el consumo de azúcares refinados. Las Cándidas se alimentan de estos hidratos de carbono simples por lo que favorecen su proliferación. De hecho, tal como veremos, la principal medida dietética para tratar la candidiasis es no tomar azúcares refinados y restringir lo máximo posible los hidratos de carbono.

Otra de las causas principales es el estrés que también está implícito en el estilo de vida que llevamos. Además, hay también unos patrones de conflicto emocional relacionados, que abordaremos más adelante.

El uso prolongado y/o a dosis altas de ciertos fármacos también facilitan la proliferación de las Cándidas. Los más importantes son los antibióticos, corticoides y hormonas sexuales sintéticas. ¿Qué mujer no recuerda haber tenido una Candidiasis vaginal tras haber estado tomando antibióticos?

Ciertas alteraciones digestivas como la disminución de la secreción de ácido clorhídrico en el estómago y de la producción de enzimas digestivas, también favorecen su proliferación.

También situaciones fisiológicas como el embarazo pueden facilitarlo. Finalmente, otras causas no tan frecuentes son problemas inmunitarios, falta de nutrientes y toxicidad por mercurio (por ejemplo, de empastes dentales).

 

¿Qué provoca la proliferación de Cándidas?

Ya hemos dicho que en esta proliferación se pasa de forma de levaduras a la de hifas. Las hifas son unos filamentos o ramificaciones de los hongos que se unen formando los llamados micelios. Concretamente emiten unas hifas llamadas rizoides que penetran en las superficies, concretamente en el epitelio intestinal.

La formación de estas hifas rizoides dentro de la mucosa intestinal va a provocar un problema de permeabilidad intestinal. De este tema ya hemos hablado en el artículo de “Microbiota y Permeabilidad intestinal”.

Además, al proliferar las Cándidas dentro de la microbiota intestinal, se va a producir una alteración de la misma, con la disminución de bacterias saludables y el incremento de bacterias patógenas provocando una disbiosis intestinal. La suma de esta disbiosis y permeabilidad intestinal va a ser el origen de gran parte de los síntomas que veremos.

El desequilibrio de la mucosa y la flora intestinal va a provocar la alteración del resto de mucosas del organismo y del sistema inmunitario. De ahí que puedan aparecer síntomas en cualquier parte del organismo como infecciones urinarias o vaginales de repetición.

Un error frecuente es pensar que la candidiasis vaginal es siempre de transmisión sexual ya que su origen suele ser intestinal. Por otro lado, si se tiene un buen sistema inmunitario es raro que se produzcan candidiasis sistémicas, aunque haya candidiasis intestinal. Es por ello que las candidiasis sistémicas se suelen ver en pacientes inmunodeprimidos.

 

Otras alteraciones de la Candidiasis

La Candidiasis no sólo provoca problemas locales en el intestino o en el resto de mucosas sino otras muchas a nivel general. La primera es la alteración del sistema inmunitario, lo cual va a facilitar a su vez aún más la afectación de las mucosas y la aparición de infecciones.

Van a producir también una formación y liberación de sustancias vasoactivas por lo que pueden aparecer síntomas cardiovasculares como mareo, tendencia a la hipotensión y también migrañas. Esto a su vez se ve reforzado porque aumentan los niveles de histamina.

Por otro lado, van a provocar síntomas neurológicos y del estado de ánimo. Primero por la permeabilidad intestinal pero también porque destruyen la vitamina B6 e interfieren en la formación de dopamina.

Finalmente, interfieren con receptores hormonales. Todo esto va a provocar una sintomatología crónica, silente y variada, difícil de diagnosticar si no se piensa en la candidiasis.

 

Principales síntomas psicológicos o del estado de ánimo

  • Compulsión por el dulce (chocolate, bollería, pasteles, chuches…).
  • Sensación de resaca alcohólica sin haber consumido.
  • Fatiga.
  • Irritabilidad.
  • Malhumor.
  • Languidez.
  • Labilidad.
  • Insomnio.
  • Baja autoestima.
  • Tendencia depresiva, ataques de ansiedad, llanto.
  • Cambios de humor.
  • Mala memoria.
  • Dificultad para tomar decisiones.
  • Dificultad de concentración.
  • Sensación de irrealidad o de estar flotando.
  • Intolerancia a ciertos olores (perfumes, ambientadores, tabaco).
  • Migraña.
  • Mareo.
  • Disminución de la líbido.

 

Principales síntomas físicos

  • Generales:
    • Pies y manos fríos.
    • Dolor o debilidad muscular.
    • Parestesias, entumecimiento, quemazón.
    • Dolor articular.
    • Prurito piel, nasal, ocular, anal.
    • Mal olor corporal.
  • Digestivos:
    • Diarrea y / o estreñimiento.
    • Ardor o acidez de estómago.
    • Distensión, flatulencia, hinchazón o dolor abdominal.
    • Boca seca o con costras, halitosis.
    • Intolerancia a alimentós.
    • Mucosidad en las heces.

  • Uroginecológicos:
    • Tensión premenstrual.
    • Dismenorrea (dolor de regla).
    • Prurito (picor) o flujo vaginal.
    • Escozor, aumento de la frecuencia miccional.
    • Cistitis de repetición.
    • Dolor o peso en hipogastrio (bajo el ombligo).
    • Cistitis intersticial.
  • Respiratorios y oídos:
    • Congestión nasal.
    • Sensación de presión en los oídos.
    • Otitis de repetición.
    • Laringitis, dolor, afonía.
    • Tos o bronquitis.
    • Dísnea.
    • Presión o dolor en el pecho.

 

Diagnóstico de la Candidiasis intestinal

Si no se conoce esta entidad no la podremos diagnosticar. De todos los síntomas enumerados anteriormente no siempre están todos presentes ni están afectados todos los aparatos simultáneamente. Además, puede haber mucha variabilidad. Desde presentar síntomas leves localizados en un aparato determinado hasta síntomas graves en varios aparatos y/o repercusión psicológica.

Cuando se tiene experiencia en candidiasis intestinal la mayoría de las veces ya se sospecha con la anamnesis (interrogatorio médico). No obstante, se puede diagnosticar mediante el hallazgo de un sobrecrecimiento de Cándidas en un estudio de disbiosis en heces. En ocasiones hay además también una disminución de los Lactobacillus productores de H2O2 que es un antifúngico muy importante.

Sin embargo, para mí el método más sencillo y rápido para corroborar la sospecha diagnóstica de candidiasis es mediante kinesiología. Además, ahorra tiempo y dinero en el diagnóstico. Es el que uso principalmente, y permite que la paciente ya salga de la primera visita con un diagnóstico y un tratamiento.

 

Tratamiento de la Candidiasis Intestinal desde la Medicina Integrativa

Los ejes principales del tratamiento son:

  • Destruir el exceso de Cándidas.
  • Revertir la inflamación, disbiosis y permeabilidad intestinal.
  • Acidez del terreno.
  • Aportar los nutrientes de los que carezca.
  • Soporte emocional.

En función del caso particular no siempre han de hacerse todos los puntos a la vez, sino que han de hacerse sólo unos y de forma escalonada. Es importante que la paciente sea tratada por un profesional con experiencia en el tema.

El punto más importante es el primero, la destrucción de las Cándidas. Esto se logrará con la toma de antifúngicos naturales, pero también y muy importante con una dieta adecuada. Es más, si la paciente no se compromete a seguir la dieta le informo de que no vale la pena iniciar el tratamiento.

Vamos a ver los principales elementos del tratamiento:

Dieta

El objetivo de la dieta es no seguir alimentando a las Cándidas y ya hemos dicho que éstas se nutren de los azúcares refinados. Por eso, éste va a ser el principal objetivo de esta dieta. Al principio, puede parecer algo radical, ya que han de seguirla de forma estricta de 2 a 6 meses, pero enseguida se adaptan bien al ver los beneficios en la salud. Además, cuando ya esté mejor se irán reintroduciendo los alimentos saludables que no estaban aconsejados.

Esta dieta ha de ser recomendada por un profesional de la salud con experiencia en el tema. En términos generales no se permiten:

  • Azúcares refinados: azúcar, dulces, bollería, pastelería, helados, harinas no integrales.
  • Levaduras: pan, pizzas.
  • Gluten y derivados.
  • Lácteos y derivados.
  • Fermentados: vinagre, salsa de soja.
  • Fruta.
  • Alcohol, setas, patatas, boniatos, calabaza, castañas, pistachos, chufa.
  • Envasados, precocinados, conservas.

Drenadores

En ocasiones es necesario dar preparados de fitoterapia que promuevan el drenaje o la limpieza sobre todo hepática e intestinal. En el artículo sobre “Fitoterapia para hígado” los comentaremos con mayor detalle.

Es importante porque la Candidiasis provoca un acúmulo de toxinas por lo que el drenaje hepático va a apoyar su eliminación. Además, muchas pacientes tienen estreñimiento. La limpieza intestinal les va a ayudar a ir mejor al lavabo y a acabar de arrastrar las Cándidas y las toxinas.

Sólo por el hecho de hacer la dieta y este drenaje muchas pacientes ya empiezan a drenar líquido retenido, a bajar peso y a liberarse de las flatulencias e hinchazón abdominal.

Acidosis de terreno

En mi experiencia hay un grupo de pacientes que tienen también una acidosis de terreno. Ésta, aunque no es la causa principal de ninguna patología, se encuentra involucrada en muchas de ellas.

Las trataremos con preparados de citratos y sales minerales. Hasta aquí las bases de los primeros días de tratamiento. A continuación, iremos añadiendo otros tratamientos.

Fitoterapia antifúngica

Es un requisito necesario para destruir las Cándidas. Éstas al morir pueden liberar toxinas, lo que puede provocar algún síntoma de forma transitoria. Por eso, muchas veces es aconsejable pautar estos antifúngicos de forma progresiva.

La fitoterapia más usada se basa en el ácido caprílico, Pau d’Arco, clavo, raíz de rábano, ajo, orégano, romero, semilla de pomelo, canela, echinacea, nogal, olivo o tomillo, entre otros.

Tratamiento de la inflamación, la disbiosis y la permeabilidad intestinal

Se explicará con más detalle en el artículo correspondiente. Los tratamientos a usar, dependerán del alcance de la alteración del intestino. Normalmente, no se pautan en las fases iniciales del tratamiento. Destacan entre otros los siguientes:

  • Enzimas digestivos.
  • Prebióticos.
  • Probióticos.
  • Glutamina.
  • Omega 3.
  • Cúrcuma.
  • Quercetina.
  • Glicanos.
  • Aloe Vera.
  • Vitaminas A, D y E.

Multinutrientes

Finalmente, muchas pacientes tienen un déficit de nutrientes secundario a la inflamación intestinal. Ha de hacerse una reposición de los mismos cuando ya se ha eliminado el exceso de Cándidas.

Algunos ya los hemos nombrado en el apartado anterior como Glicanos, vitaminas y omega 3 pero también habría que sumar minerales, aminoácidos y aquellos necesarios para el equilibrio emocional, que veremos en el siguiente apartado.

 

Manejo emocional de la Candidiasis intestinal

Ya hemos visto que la candidiasis intestinal conlleva en muchos casos problemas de la esfera emocional y afectiva. Muchas veces es aconsejable un soporte psicológico.

No obstante, desde la Medicina Integrativa también podemos ayudar, además de con el tratamiento visto en el apartado anterior, con suplementación para el estado del ánimo (Ver “Estrés / ansiedad”):

  • GABA.
  • Teanina.
  • Magnesio.
  • Zinc.
  • Vitaminas del grupo B.
  • Vitamina C.
  • Triptófano, tirosina.
  • Glicanos.
  • Fitoterapia.
  • Plantas adaptógenas.
  • Terapia floral.

Finalmente, en ocasiones, muchas de las pacientes con candidiasis intestinal presentan algunos de los siguientes conflictos emocionales que de estar presentes, también es aconsejable abordarlos:

  • No poder (o percibir que no pueden) sostenerse por sí mismas en la vida.
  • Depender (o creer que se depende) económica o emocionalmente de otro para sobrevivir.
  • Reprimir la creatividad no sólo artística, sino en el ámbito laboral o porque no hacen lo que les gustaría hacer en la vida.
  • Falta de disfrute en la sexualidad y/o en la vida.
  • Incapacidad (real o ficticia) para conseguir los objetivos personales.
  • Tener rabia (reconocida o no) a la pareja: quizás por estar desbordada por las tareas domésticas, el trabajo o el cuidado de la familia (hijos o padres).
  • La candidiasis vaginal puede ser una excusa aceptable de cara al exterior para evitar tener relaciones con quien no le apetece o cuando no le apetece.
  • Conflictos no resueltos con la pareja.
  • Desenamoramientos.
  • Infidelidades.
  • Malas experiencias con parejas previas.
  • Experiencias propias o familiares de abusos sexuales.