ESTUDIO DE METALES PESADOS
Introducción
El estudio de metales pesados es otra de las herramientas de la Medicina Integrativa.
Pero ¿qué es exactamente un metal pesado? No hay una definición clara porque dependerá de si lo consideramos desde el punto de vista químico o médico. Desde un punto de vista químico un metal pesado es un elemento químico de la familia de los metales con un elevado peso atómico. Desde el punto de vista médico son aquellos elementos químicos que si se acumulan en el organismo van a dar problemas de salud.
Cómo perjudican la salud los metales pesados
Los metales pesados ocasionan problemas de salud de dos maneras diferentes. La primera es una intoxicación por una exposición aguda a un contaminante ya sea por contacto, ingesta accidental o inhalación. ¿Quién no ha visto una película en el que se envenena a alguien con arsénico (As)?
La intoxicación aguda por un metal pesado suele tener unas consecuencias graves pero el diagnóstico es muy fácil porque está clara la relación entre exposición al tóxico y los síntomas. Los síntomas suelen ser alteraciones del sistema nervioso, hepático, renal o respiratorio.
Sin embargo, desde el punto de vista de la Medicina Integrativa tiene más interés la intoxicación crónica por un contacto leve pero continuo en el tiempo. Un ejemplo es el de la contaminación atmosférica ya que se va inhalando de forma continuada pequeñas cantidades de metales pesados que están libres en el aire.
El problema de la intoxicación crónica por metales pesados es que los síntomas aparecen al cabo de años de acumularse. Además, los síntomas pueden darse en diferentes partes del organismo sin relación entre ellas. Estos dos hechos hacen que sea muy difícil diagnosticar la causa si no piensa específicamente en ella.
Principales metales pesados y fuente de origen
Los principales metales pesados que afectan a la salud son entre otros: mercurio (Hg), plomo (Pb),aluminio (Al), arsénico (As), cobalto (Co), cadmio (Cd), cobre (Cu), níquel (Ni), cromo (Cr), estaño (Sn), manganeso (Mn) y el talio (Ta).
Las fuentes de origen son muy variadas; ahora expondremos unas cuantas. Sin embargo, no quiere decir que toda persona que esté en contacto con una de estas fuentes vaya a desarrollar problemas, pero sí que se ha de tener en cuenta sobre todo en caso de enfermedades crónicas, recurrentes o de causa desconocida.
- Amalgamas e implantes dentales: las hay de oro, aluminio, níquel, plata, pero el caso más paradigmático que causa más problemas son las de mercurio.
- Piercings e implantes: suelen ser de oro, plata, platino, plata o aluminio.
- Tatuajes: mercurio, cobalto, cromo, titanio, cadmio.
- Prótesis: titanio, aluminio, vanadio.
- DIU: molibdeno, níquel, cobre.
- Algunos coadyuvantes de vacunas y tratamientos con sales metálicas: mercurio, thimerosal, níquel.
Dónde actúan los metales pesados
Los metales pesados interfieren en el funcionamiento diario de muchas partes del organismo siendo las más relevantes las siguientes:
- Interfieren en los mecanismos de detoxificación.
- Alteran el funcionamiento del ciclo de Krebs que es la forma que tienen las células de producir energía.
- Producen un malfuncionamiento de las mitocondrias que es la parte de la célula que se encarga de fabricar energía. De estas 2 acciones se deriva que, ante un cuadro de cansancio o fatiga crónica, uno de los puntos a descartar sea una intoxicación por metales pesados.
- Oxidación de proteínas.
- Un exceso de metales pesados puede provocar un descenso de minerales importantes para la salud, como el zinc.
Todas estas acciones van a provocar síntomas muy variopintos. Ya hemos visto la fatiga o el cansancio crónico, pero también están detrás de muchas enfermedades crónicas o recurrentes. Sin ir más lejos, hay estudios que demuestran que el papel de los metales pesados en enfermedades cardíacas es igual o más importante que tener hipertensión o colesterol alto.
Cómo diagnosticar una intoxicación por metales pesados
El método que utilizo por su sencillez y eficacia es la kinesiología. No obstante, se pueden usar también métodos basados en análisis de laboratorio, aunque hay mucha disparidad entre ellos.
El análisis habitual de sangre no es un buen método diagnóstico porque mide únicamente los niveles de metales pesados circulantes. Esto puede ser de utilidad ante una intoxicación aguda pero no en una intoxicación crónica. En este caso, los metales no están circulando sino almacenados en diferentes órganos del cuerpo.
Los métodos más usados son:
- Mineralograma del cabello: se trata de coger cabello y analizar los niveles de metales ya que el cabello es un órgano excretor de los mismos.
- Análisis de sus niveles en piel y uñas: son también órganos de excreción y depósito.
- Análisis de orina. Este método se ha demostrado como el más eficaz sobre todo si se miden los niveles antes y después de un tratamiento de provocación que provoca la liberación de los metales.
Tratamiento de la intoxicación por metales pesados
El tratamiento consiste en lo que llamamos quelación. El problema de estos tratamientos es que provoca una movilización de los metales pesados de los órganos donde están almacenados. Al liberarse y pasar a sangre, si lo hace en grandes cantidades puede provocar síntomas de intoxicación aguda los primeros días. Por ello es importante que la quelación se haga con profesionales con experiencia y a un ritmo lento.
Estos tratamientos de quelación pueden hacerse tomando los suplementos de forma oral o mediante administración endovenosa. Los suplementos más utilizados son el EDTA, la N-acetil-cisteína (NAC), la vitamina C, la glicina, oligoelementos, ácido alfalipoico, chlorella, espirulina, o pectina entre otros.